La receta era simple. Defensa y salidas en velocidad ante un rival que no había llegado completo. Faltaban Martín Gutiérrez y Fernando Andrés, dos de sus pivotes, que se sumarían más tarde.
La tendencia del juego parecía cómoda para el Rojo, pero esta temporada, todavía no encontró el instinto asesino para liquidar a los rivales.
Cuando se relajó en defensa, permitió que CAVUL reaccione a partir de Emanuel Ochoa y Gianoboli. La brecha se acortó a 1 punto, hasta que se despertó Christian Arias.
El Mocha mostró un poco de su artillería, con 3 triples (uno contra la chicharra) y 12 puntos para acomodar un poco las cosas antes del entretiempo (46-38).
En el regreso, Sportivo volvió a las fuentes. Se endureció en su tablero y otra vez tuvo en el cambio de ritmo, el arma para desequilibrar a los de Lincoln. Y nuevamente cerró el cuarto con un bombazo (de Sebastián Díaz) para el 65-50.
En el último tramo, volvieron algunas dudas. No en cuanto el resultado, porque el rival no podía meterse en juego. Pero el Rojo tampoco lo terminaba de liquidar.
Cuando se destapó definitivamente el Chavo y Santiago Sicardi sumó desde la línea, la diferencia se agigantó.
Este Viernes ante Sirio Libanes tendrán una de las últimas chances de seguir con vida en el Pcial.
